Las medias melenas son las que apenas sobrepasan tres centímetros la altura de la barbilla. Este corte es ideal para cabellos finos gracias a que da ilusión de engrosar las puntas. A este tradicional estilo puedes darle un twist al hacer capas ligeras que servirán para darle más movimiento. 

El corte midi nos tiene cautivados desde hace varias temporadas. Este se distingue por pasar tan solo unos dos centímetros a la mandíbula. Si no lo recuerdas con el nombre de midi, seguro te suena como long bob. Sin duda, este es un estilo que se puede llevar con raya en medio y verse tan natural y exquisito en cualquier tipo de rostro.

Puede ser que algunas de tus clientas no quieran arriesgar (aún) sus largas cabelleras, no te preocupes, es normal, para ellas existe una alternativa que les encantará: las melenas XL desplumadas. Este corte consiste en usar el mismo largo, pero con capas, mechas desfiladas en la parte que rodea el rostro y flequillos abiertos y largos. Esta es una tendencia que resurge de la década de los setentas en la que destacaba el volumen, la textura y el movimiento en las cabelleras. 

El bob largo evolucionó al collarbone cut, aquí el cabello llega hasta casi rozar la clavícula. Este tipo de corte enmarca el rostro y es una alternativa ideal para las que quieren un cambio sin caer en extremos. 

El corte boyish deslumbró en las pasarelas del mundo y, de a poco, se instala en el Street style. Consiste en llevar el cabello realmente corto, apenas cobijando la forma de la cabeza. Aquí el rostro es el marco para lucir la melena, atrevido y listo para que le des un toque ultra femenino. 

El corte tazón o bowl-cut regresa y es una gran idea para una renovación en verano, en primer lugar por su bajo mantenimiento y en segundo por su versatilidad. Con este look se puede jugar con capas, y estilizarlo al modo effortless o pulirlo para lograr una versión sofisticada y vanguardista.